El día 23 de noviembre de 2006 un grupo del “Master en Comunicación y Periodismo” realizo una salida a la Aljafería, pero no como una visita cultural o artística sino para conocer para qué se utiliza en la actualidad un ala de la misma.
A la llegada fuimos recibidos por el director del gabinete de prensa de las cortes, ya que en la actualidad éste espacio del Palacio de la Aljafería se emplea para aprobar, denegar, proponer e incluso negociar nuevas enmiendas, iniciativas, obras, planes y presupuestos autonómicos y regionales; dicho director nos mostró las instalaciones y la sala de prensa; me sorprendió, ya que pensaba que lo grababan desde dentro de la cámara, pero nos comentó que tenían tres cámaras remotas, las cuales enfocaban o movían a su antojo desde su gabinete y lo proyectaban a una pantalla que se veía en la sala de prensa; en dicha sala se cuenta con una serie de ordenadores para redactar las noticias y una zona destinada a conectar las cámaras y grabar las imágenes emitidas desde esa pantalla.
En mi ignorancia me pareció una pasada, porque así nuestros representantes no se sentirían tan intimidados y se podrían centrar en lo importante, que es decidir los asuntos que nos afectaran a todos y cada uno de nosotros.
A continuación nos llevaron a la sala en la que se decide cual de las imágenes de las tres cámaras son dadas para la prensa. No quiero olvidar comentar que las instalaciones y equipos me parecieron increíbles.
Después nos solicitó que estuviésemos en silencio, porque íbamos a pasar al pleno de las Cortes, al principio me impresionó era como en la tele, los asientos, los micrófonos, las personas trajeadas e incluso la señora presidenta que les decía cuando se les acababa el tiempo de intervención. También me hizo gracia la disposición de los concejales, como los asientos están colocados en forma de medio circulo, en un lado están los concejales de PSOE en el otro los del PP y entre medio el Par, la Cha e IU.
Pasé de un estado de impresión y emoción a un estado de vergüenza ajena, (estaban hablando los unos con los otros, vendiéndose lotería de navidad, comiendo golosinas...) era peor que estar en una clase de parvulitos, les faltaba tirarse bolas de papel; no se escuchaban, estaban levantados y hablando con los de enfrente, además había gente leyendo revistas, periódicos, incluso mirando publicidades y si todo esto no era suficiente para sentir vergüenza por ellos, y además les estoy pagano yo, peor aún, están decidiendo por mi, sin ni siquiera escucharse.
Luego dicen que la gente no vota, que los jóvenes somos pasotistas, pero... ¿cómo no? seria la pregunta y eso que no nos muestran lo que estoy viendo hoy aquí.
¿Por qué no nos enfocan a los palcos mejor que al que habla? Porque es increíble, ¡ver para creer!, pero si incluso ¡había dos, haciendo manitas!.
A la salida el director del gabinete de prensa muy amable nos vino a despedir y nos pregunto nuestras impresiones, por supuesto le dije lo que pensaba y él me dio una respuesta muy correcta que calmo un poco (y digo un poco) mi mal humor, dijo que todo lo que aquí se esta hablando ya lo han tratado en privado, ya se han hecho sus conclusiones y pactos por eso se votan las cosas tan rápido, porque esto y perdón por la metáfora “es como una puesta en escena, un circo para la gente y para los medios del cual entramos todos a participar” ellos , nosotros, los periodistas , los ciudadanos.
Al llegar a casa estuve reflexionando de todo esto, me pareció tan impactante que la verdad no cabía en mi asombro y si todo es un paripé y la entrada de los ciudadanos es libre, podían dejar que le preguntaran e hiciesen comentarios, para que puedan dar esas respuestas, -en definitiva, tener derecho a la pataleta-.
